Prologo. El diario.

Por fin este blog va a desempeñar su función, enseñar al mundo nuestras historias con el fin de entreteneros un rato imaginando nuevos mundos y personajes. Esperamos que os guste este prólogo que hemos hecho con toda la emoción del mundo.
M&C

- ¡Mamá, mamá!.- dice la pequeña Allie.- ¡He encontrado un diario!
  Hoy en casa de los Sert tocaba hacer limpieza. Aunque no hay mucho que ordenar ni que limpiar. Su casa es la más pequeña de su distrito. Allie nunca ha traspasado las rejas que rodean su pequeña ciudad.
  Cuando sus abuelos murieron se llevaron de su casa todas sus pertenencias y cosas importantes y Allie, que es muy curiosa, estaba rebuscando entre ellas.
  - ¡Allie!- dice su madre.- ¡Te dije que limpiaras tu habitación y si terminabas con ella, fueras a hacer la comida!
  - Lo siento, mami. Pero...- responde Alli.- Esque tenía mucha curiosidad porque apenas conocí a los abuelitos y me he puesto a mirar sus cosas y he encontrado uno de sus diarios. ¿Me lo puedo quedar?
  - Me temó que no Allie. No creo que quiera que conozcas así a tus abuelos. Puedo hablarte sobre ellos, pero prometeme que no leeras ese diario.
  -Pero mamá, yo... ¡yo lo quiero leer!
  - No Allie, no vas a leer ese diario, ¿de acuerdo?
  -De acuerdo mamá...
  Apesadumbrada, Allie vuelve a dejar el diario en su sitio.
  -Vete a descansar un rato.- dice su madre.- Yo ya he terminado mi parte de la casa y voy a hacer la comida, ¿vale?
   Allie asiente y va corriendo a su habitación. Cuando ve que su madre se dirige a la cocina, vuelve a coger el diario sin poder evitarlo. La vence la curiosidad.
  Cuando lo tiene en su poder va a su habitación se tumba en la cama y lo abre, sumergiendose en sus paginas e historias.
  Lo que no sabe es que esas historias tal vez no son del todo... agradables.